Época: Japón
Inicio: Año 782
Fin: Año 1035

Antecedente:
Japón



Comentario

A la muerte de Kammu se iniciará la era Heian, que a su vez será continuada por la Fujiwara hasta finales del sido XII. Se trata del periodo clásico del Japon, con gran florecimiento de una refinada cultura palaciega y de las artes en la nueva residencia imperial de Heian, la actual Kyoto. El desarrollo poético del Japón llevó a un menor contacto con China a partir del año 900. Sin embargo, permanecerá aún la influencia del periodo T'ang como base tradicional, y tal como ocurrió en la época Nara el budismo será la fuerza espiritual dirigente que ahora abarcará nuevos sistemas de pensamiento y nuevas prácticas de culto, representados por las enseñanzas de Tientai, Miptsung y Chenyen. Los antiguos dioses son incorporados al panteón budista y, en consecuencia, aún se complica más el sistema de enseñanza, al mismo tiempo que el culto es de difícil comprensión, aunque el pueblo mantuvo una sencilla piedad basada en la fe y no en la complicada y casi incomprensible liturgia.
A lo largo del siglo XI, la unificación política realizada por los emperadores de Kyoto se vio alterada por la tendencia disgregadora de los señores territoriales de las provincias. La oposición al centralismo importado de China había dado lugar al nacimiento de los samurai o guerreros, organizados de acuerdo con un modelo puramente feudal, que únicamente atendían al ideal del código del honor caballeresco o bushido. Los daimyos, o clanes territoriales, en que se dividió el país fueron cada vez menos dóciles a la corte de Kyoto, en cuyo seno el poderoso clan de los Fujiwara patrimonializó el gobierno. La familia Fujiwara desde 645 fue acumulando poder, pero a partir del 857 controlaron totalmente a los emperadores y la vida de palacio a causa de sus relaciones de parentesco con la casa imperial. Y esta situación la propició el que no existiera una ordenación determinada para la sucesión al trono. Tras la muerte del emperador se nombraba sucesor a alguno de los príncipes que se ofrecían en gran número como candidatos, debido a que eran hijos de las muchas mujeres del soberano. Situación que aprovecharon los Fujiwara para que fuera nombrado para ocupar el trono el hijo de una de sus mujeres. Con el emperador Seiwa (858-876) se inicia un nuevo tipo de soberanía, el llamado sistema del emperador niño (únicamente nueve años de edad al subir al trono). Los asuntos de Estado los llevará su abuelo materno, Yoshifusa. Seiwa no será más que el primero de una serie de emperadores nominales (son cuatro y van del 858 al 897), a los que se hace abdicar cuando alcanzan la mayoría de edad, nombrándose en su lugar un nuevo emperador menor de edad. Para esta situación se crearon los nuevos cargos de sessho y kwampaku, títulos en poder de los Fujiwara que servían para designar al tutor y al regente como representantes del soberano.

Entre los años 930 y 941 el país sufrió una serie de rebeliones en las provincias, debido en parte al autocratismo de los Fujiwara. Finalmente, durante el reinado del emperador Kawazan (984-996), la familia de los Fujiwara alcanzó la cúspide de su poder al vencer a los que intentaron derrocarla. Michinaga (996-1027) fue el miembro más destacado de la familia y se hizo cargo de las funciones de regente en tres sucesivas minorías de edad de emperadores. A su muerte, en 927, le sucedió como regente su hijo Yorimiki, que no supo llevar con el talento de su padre los asuntos del Estado, estallando una rebelión en el norte de país que duró doce años; ésta sólo se pudo dominar con ayuda de la también poderosa familia de los Minamoto; era una muestra palpable del ocaso de los Fujiwara.